La salinización de las tierras de cultivo amenaza la ‘despensa’ mundial, según la ONU

La salinización del suelo afecta a más de un 10% de las tierras de cultivo del planeta. Lo que supone un riesgo importante para la seguridad alimentaria global, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación).

Esa agencia de la ONU aportó ese dato con motivo del Día Mundial del Suelo, celebrado durante este mes de diciembre. Las sales están presentes de forma natural en la tierra y el agua, y los suelos naturalmente salinos aportan ecosistemas ricos. Sin embargo, procesos naturales como las sequías o las actividades humanas, especialmente el riego administrado inadecuadamente, pueden aumentar la cantidad de sales en los suelos, un proceso que se llama salinización.

La salinización es uno de los problemas mundiales más importantes para la producción agrícola, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad, especialmente en las regiones áridas y semiáridas. Ello se debe a que estos terrenos reducen la disponibilidad de micronutrientes y la capacidad de los cultivos para absorber agua.

A esto se suma el hecho de que los suelos con salinización reducen su habilidad para filtrar contaminantes. Y hasta pueden concentrar partículas tóxicas para las plantas y degradar la estructura del suelo. Todo ello afecta a la salud de todo el ecosistema, su biodiversidad y a la ‘despensa’ mundial, al reducir la posibilidad de que los cultivos crezcan.

Suelos «en riesgo»

Por ello, Naciones Unidas celebró el Día Mundial del Suelo bajo el lema ‘Detener la salinización de los suelos, aumentar su productividad’. Con el fin de crear conciencia sobre la importancia de mantener ecosistemas saludables abordando los desafíos en la gestión del suelo. Así como luchando contra su salinización, y alentando a todas las sociedades a comprometerse a mejorar la salud del suelo.

Según datos de la ONU, recogidos por la agencia Servimedia, la salinización del suelo inhabilita hasta 1,5 millones de hectáreas de tierras agrícolas por año. Y la pérdida anual estimada de productividad agrícola por este fenómeno es de 31 millones de dólares (27,4 millones de euros).

Por otro lado, la FAO apunta en un nuevo informe que el 55% de los países carecen de capacidades adecuadas para analizar sus suelos. Más de 833 millones de hectáreas de suelos en todo el mundo ya están afectadas por la sal. Sobre todo en Asia Central, Oriente Medio, América del Sur, África del Norte y el Pacífico.

“El suelo es la base de la agricultura y los agricultores del mundo dependen del suelo para producir alrededor del 95% de los alimentos que comemos». Así lo indica el director general de la FAO, Qu Dongyu; que añade: «Sin embargo, nuestros suelos están en riesgo».

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