Más de 40.000 especies están en peligro de extinción en el planeta

  • Es la primera vez que la Lista Roja de la UICN supera esa cifra.
  • La desaparición de los humedales amenaza a las libélulas en todo el mundo.

Un total de 40.084 especies están en peligro de extinción en la Tierra. Así lo confirma la última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Se trata de la fuente de información más completa sobre el estado global de conservación de la fauna y la flora en el planeta.

Este listado se basa en un sistema objetivo para valorar el peligro de extinción de una especie y establece las medidas de conservación que se deben tomar. Igualmente, cataloga las especies en alguna de las siguientes categorías, de mayor a menor grado de riesgo: ‘extinta’, ‘extinta en estado silvestre’, ‘en peligro crítico’, ‘en peligro’, ‘vulnerable’, ‘casi amenazada’ y ‘preocupación menor’.

La última edición de la Lista Roja supera por primera vez la barrera de las 40.000 especies en peligro de extinción. E incluye ahora a 40.084 en ese estado de un total de 142.577 evaluadas.

La Lista Roja rebasó por primera vez las 30.000 especies amenazadas en diciembre de 2019. Coincidiendo con la Cumbre del Clima de Madrid y sólo dos años después esa cifra se eleva a más de 40.000.

Libélulas

La actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas incluye una primera evaluación mundial de las libélulas. Según la cual actualmente hay un declive en esas especies debido a una pérdida generalizada de marismas, pantanos y ríos salvajes en los que se reproducen. Principalmente impulsada por la expansión de una agricultura y una urbanización insostenibles en todo el mundo.

“Al revelar la pérdida mundial de libélulas, la presente actualización de la Lista Roja subraya la necesidad urgente de proteger los humedales mundiales y el rico mosaico de vida que albergan. A escala mundial, estos ecosistemas están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques”, apuntó Bruno Oberle, director general de la UICN.

Oberle indicó que “las marismas y otros humedales pueden parecer improductivos e inhóspitos para los humanos”. “Sin embargo, nos proporcionan servicios esenciales. Almacenan carbono, nos dan agua limpia y alimentos. Nos protegen de las inundaciones y ofrecen hábitats a una de cada diez de las especies conocidas en el mundo”, añadió.

La evaluación mundial de las libélulas y caballitos del diablo revela que un 16% de las 6.016 especies se encuentran en peligro de extinción debido al deterioro cada vez mayor de sus sitios de reproducción de agua dulce.

Desmán de los Pirineos

El desmán de los Pirineos (‘Galemys pyrenaicus’) es un mamífero semiacuático que sólo se encuentra en los ríos de Andorra, España, Francia y Portugal. Recientemente, ha pasado de la categoría ‘vulnerable’ a la de ‘en peligro’. Esta especie peculiar está emparentada con los topos y tiene un morro largo y sensible y grandes patas palmeadas. Es uno de los últimos de su línea evolutiva y una de las dos únicas especies de desmanes que quedan en el mundo.

La población de desmán de los Pirineos ha disminuido hasta en un 50% en toda su área de distribución desde 2011. En gran parte debido a impactos humanos en sus hábitats. La alteración del caudal de los ríos y la reducción del nivel del agua a consecuencia de la construcción de centrales hidroeléctricas, presas y embalses, así como la extracción de agua para la agricultura vuelven muchos lugares inhóspitos para el desmán. Así, aíslan las poblaciones y reducen significativamente las presas y los refugios disponibles para la especie.

Las especies exóticas invasoras, unas prácticas de pesca ilegales con veneno, redes y explosivos, o el aumento de las sequías a consecuencia del cambio climático. Al igual que la excavación de los lechos de los ríos y la contaminación del agua amenazan aún más el desmán de los Pirineos. Preservar y restaurar el caudal natural de los ríos y la vegetación circundante, controlar las especies exóticas invasoras y luchar contra el cambio climático son factores clave para que esta especie pueda recuperarse.

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