La producción de frutos secos continúa en expansión en España
El cultivo de frutos secos en España “mantiene su línea de expansión”, impulsado por el “considerable” incremento de la demanda de estos productos a escala internacional. Cuenta con el pistacho como uno de los impulsores principales de este crecimiento. Concretamente, con un incremento del 31% en secano y 20% en regadío en el año 2020, según el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.
Así se desprende del informe ‘Frutos secos: Análisis de la realidad productiva 2020’, publicado el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.
Pistacho y almendro: líderes del ranking
El pistacho es “uno de los cultivos con mayor proceso de expansión en los últimos años”, y alcanza ya las 48.000 hectáreas plantadas. Sin embargo, el almendro se mantiene como el cultivo mayoritario, con cerca de 600.000 hectáreas analizadas.
En 2020, el almendro experimentó crecimientos de superficie que alcanzan el 3 % en secano y el 10 % en regadío. Para este cultivo, las nuevas plantaciones suponen el 18 % del total de la superficie plantada, aunque en el caso del regadío alcanza el 26 %.
Asimismo, el informe destaca sobre el cultivo del almendro el cambio de variedad que se observa para las nuevas plantaciones. Si bien la guara sigue siendo mayoritaria, en el caso del almendro en secano, las variedades tradicionales de comuna, largueta y marcona, apenas representan un 5 % del total de nuevas plantaciones realizadas entre 2017 y 2020, cuando suponen el 41% de las superficies de mayor antigüedad.
Otros frutos secos
Acorde al estudio, el cambio en las variedades es “reflejo de una clara adaptación tanto al equilibrio del mercado y su estructura de demandas. Como a las condiciones de cada territorio y zona de producción”.
Del estudio también se desprende que el nogal es otro cultivo claramente en expansión. Con una superficie registrada de 9.550 hectáreas, de las que el 27 % son nuevas plantaciones que todavía no han entrado en producción.
La publicación hace también un análisis de avellano, algarrobo y castaño. Para el avellano se deduce “un retroceso en la superficie de producción”, especialmente en secano. Para el algarrobo y el castaño, la representatividad de los datos registrados no es “óptima”, por lo que “no cabe extraer conclusiones claras”.
El análisis resulta “muy importante” para el sector, que tiene una demanda “creciente”. Pues en los últimos cinco años las compras de frutos secos en la Unión Europea han crecido un 17%, según el Ministerio.